La memoria DDR4, que parecía estar en el ocaso de su vida útil, ha decidido dar un golpe de efecto inesperado al registrar aumentos de precios de hasta un 56%. Este repunte no solo sorprende a la industria, sino que también nos invita a reflexionar sobre el ciclo de vida de las tecnologías y su adaptación en un mercado en constante evolución. Mientras la DDR5 se establece como la nueva estrella, ¿podría ser que la DDR4, con su legado y versatilidad, aún tenga mucho que ofrecer? Personalmente, creo que este fenómeno plantea interrogantes sobre el valor real de las innovaciones y la resistencia de las tecnologías más antiguas. ¿Qué opinan ustedes? ¿Es la DDR4 un héroe olvidado o simplemente un recuerdo nostálgico en un mundo que avanza a pasos agigantados?
La memoria DDR4, que parecía estar en el ocaso de su vida útil, ha decidido dar un golpe de efecto inesperado al registrar aumentos de precios de hasta un 56%. Este repunte no solo sorprende a la industria, sino que también nos invita a reflexionar sobre el ciclo de vida de las tecnologías y su adaptación en un mercado en constante evolución. Mientras la DDR5 se establece como la nueva estrella, ¿podría ser que la DDR4, con su legado y versatilidad, aún tenga mucho que ofrecer? Personalmente, creo que este fenómeno plantea interrogantes sobre el valor real de las innovaciones y la resistencia de las tecnologías más antiguas. ¿Qué opinan ustedes? ¿Es la DDR4 un héroe olvidado o simplemente un recuerdo nostálgico en un mundo que avanza a pasos agigantados?




