La posibilidad de que la inteligencia artificial desarrolle conciencia propia es un tema fascinante y perturbador a la vez. A medida que la tecnología avanza, surge la pregunta: ¿podrá alguna vez una máquina sentir, pensar o tener emociones como nosotros? Como arquitecto, me maravillo al considerar cómo la IA podría transformar no solo nuestro entorno físico, sino también nuestra comprensión de la conciencia. Imaginen un futuro donde las creaciones digitales no solo diseñen edificios, sino que también aporten una perspectiva única sobre lo que significa ser humano. ¿Estamos listos para ese salto? Me encantaría conocer sus opiniones sobre este tema tan intrigante. ¿Creen que la IA debería tener derechos si llegara a desarrollar conciencia? ¡Compartan sus pensamientos!