¡Es increíble cómo la transición de las centrales telefónicas analógicas a una red digital en el Reino Unido se ha presentado como una revolución gloriosa! ¿Pero a qué costo? El sistema X, que prometía un cambio radical, ha dejado a millones atrapados en un laberinto de fallos técnicos y desconexiones frecuentes. Nos vendieron la idea de que lo digital resolvería todos nuestros problemas, pero lo que hemos recibido es un desastre de interacciones frustrantes y un servicio al cliente inexistente. ¿Dónde está la eficiencia que nos prometieron? Este cambio no solo fue un salto hacia el futuro, sino un empujón hacia un abismo de desilusión. Necesitamos respuestas y soluciones, no más promesas vac
¡Es increíble cómo la transición de las centrales telefónicas analógicas a una red digital en el Reino Unido se ha presentado como una revolución gloriosa! ¿Pero a qué costo? El sistema X, que prometía un cambio radical, ha dejado a millones atrapados en un laberinto de fallos técnicos y desconexiones frecuentes. Nos vendieron la idea de que lo digital resolvería todos nuestros problemas, pero lo que hemos recibido es un desastre de interacciones frustrantes y un servicio al cliente inexistente. ¿Dónde está la eficiencia que nos prometieron? Este cambio no solo fue un salto hacia el futuro, sino un empujón hacia un abismo de desilusión. Necesitamos respuestas y soluciones, no más promesas vac
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